El fútbol femenino europeo sigue creciendo, aunque en 2013 lo haya hecho menos que otros años. A nivel de selecciones, el pasado ciclo estuvo marcado por el éxito de la Eurocopa de Suecia, donde la competición batió un récord de asistencia (8.676 de media) con 74% en tickets vendidos y más de 13 millones de personas la siguió en directo por TV. Además, a nivel administrativo el fútbol europeo vio el nacimiento de una nueva federación como Gibraltar.
A nivel de clubes, la inversión combinada de Europa sigue siendo la más potente del mundo por delante de la NWSL o la Nadeshiko League, y la Champions League es la competición referencia.
Revisamos algunos datos que nos deja el informe anual de UEFA para comprobar el pulso de nuestro deporte en el Viejo Continente.
La familia crece, aunque poco
Una de las variables más usadas para medir la salud del deporte es el número de licencias. En Europa hay poco más de un millón de jugadoras registradas actualmente repartidas por 48 ligas nacionales, pero en el último año el incremento ha sido de solo 0,2% (lo que corresponde a 2.500 futbolistas más). La dinámica global sigue siendo ascendente, pero en algunos países el estancamiento en los últimos años es ya patente.
Siete países tiran del carro con más de 60.000 jugadoras registradas en cifras absolutas: Inglaterra, Francia, Alemania, Noruega, Suecia, Holanda y, sorprendentemente, una nación poco competitiva como Turquía. La nota negativa en este sentido está en el caso de Dinamarca, que se cae de este grupo de cabeza para pasar a la “clase media” donde se encuentra también España. El mayor grupo de países UEFA -diecisiete naciones- sigue sin ser capaz de superar las 1.000 licencias. La federación de Rumanía, que contaba con una masa activa muy baja, ha sido la que mayor incremento porcentual ha experimentado en los últimos cinco años (511%).
Los países nórdicos siguen siendo líderes destacados en cuanto a número de jugadoras en relación a la población total. Casos como el de Islandia, que consiguió clasificarse para la Euro 2013 con una base poblacional de solo 300.000 personas, son especialmente significativos.
España esta en el grupo de cabeza en cuanto a jugadores jovenas jovenes (de menos de 18 años) registradas durante el último año junto a Suecia, Alemania, Inglaterra o Francia. De toda la zona UEFA, solo once naciones tienen academias para niñas (Austria, Bielorrusia, Francia, Israel, Kazajistán, Luxemburgo, Malta, Holanda, Polonia, Escocia, Suiza) y hay todavía seis países sin representación nacional en categorías inferiores.
Las federaciones hacen un gasto combinado de 80 millones de euros. La inversión de la zona europea se ha multiplicado por tres en solo un año, siendo Inglaterra la más generosa en este aspecto con un presupuesto de 14 millones de euros dedicados al fútbol femenino, enmarcado dentro de la estrategia denominada Game Changer. El top-5 está copado por la propia Inglaterra, Francia, Alemania, Noruega y Suecia. Por su parte España llega apuradamente al millón de euros por primera vez, una inversión todavía inferior a la de países como Turquía, Portugal, Hungría o Israel.
El mayor beneficio para las asociaciones en términos económicos ha llegado por medio de la venta de derechos para la emisión por TV de los partidos de la selección nacional.
Solo en un 12% de la zona UEFA se disfruta de una emisión regular de partidos, en el 18% se emiten los encuentros de la selección nacional y en un 11% los partidos más interesantes de la liga local. Dieciseis países siguen sin tener fútbol femenino en televisión de ningún tipo, el 20% del total.
Barriendo para casa
En zona UEFA todavía hay seis países que no tienen ninguna liga nacional. De las 48 que sí tienen, la mayoría cuentan con un sistema de ascenso/descenso y categorías inferiores. El calendario más usado en las ligas de Europa sigue siendo el de verano (Abril~Noviembre), sin embargo la máxima competición a nivel de clubes, la UEFA Champions League, se disputa en el periodo de invierno (al igual que la liga española, la francesa o la alemana).
Alemania sigue siendo líder en cuanto a número de clubes en categoría senior (con 5.782 registrados) seguida por Noruega, Inglaterra y Suecia. De hecho, entre Alemania y Noruega se cuenta el 80% de los clubes de Europa. En España la cifra se sitúa en solo 114, muy por debajo de países como Bélgica, Holanda o Italia.
Es interesante ver cómo el profesionalismo se desarrolla en los diferentes países. En este momento Suecia es claramente el país que cuenta con más jugadoras profesionales -tanto en Damallsvenskan como jugando otras ligas- por delante de Rusia. Curiosamente, Ucrania, que cuenta con la federación que menos inversión hace en fútbol femenino de toda la zona UEFA, es el tercer país en la lista. Y aunque pueda parecer aún más sorprendente, la gran potencia Alemania cuenta con menos mujeres futbolistas profesionales que países como Rumanía, Bielorrusia o Islandia. En el caso de Suiza, ninguna de sus jugadoras profesionales está jugando en estos momentos en la liga doméstica.
Por último, queda claro que el fútbol femenino sigue siendo, por mucho, un deporte de selecciones. Es lo que se desprende viendo la asistencia media a los partidos del equipo nacional, que supera con gran margen a la de los partidos más interesantes de las respectivas ligas. Alemania llena más que nadie sus estadios cuando juega la Frauen-Nationalmannschaft, pero su liga no consigue superar la media de países como Kazajistán o Francia. El nivel de público de la liga española se sitúa junto al de la italiana.
http://protagonistasdeljuego.com/2014/01/balance-del-ultimo-ano-en-el-futbol-femenino-europeo/
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