Como suele ser habitual en las entrevistas que hacemos en el autobús, ésta es la típica entrevista atípica. De hecho, como no sabía por dónde empezar, lo hice por el final, con las preguntas de las compañeras, para que tanto nuestro número 10, Lledó, como el resto de compañeras fueran entrando poco a poco en materia:
―Lledó ―pregunta Leire―, ¿te gustaría ser…? Espera, ¿tienes hermanos?
―Sí.
―¿Te gustaría ser hermana mayor?
―Sí.
―¿Por qué?
―Porque puedo mandar, y decirle: ¡Pues haz esto y si no te pego!
―Yo, yo, yo… ¡yo tengo una pregunta! ―se escucha desde lejos.
―¿Te gustaría tener novio? ―pregunta Zaira.
―¡No, gracias! ―y empieza a oírse un cacareo generalizado.
―¿Por qué?
―¡No tengo ni idea!
―¡Porque te quitan la mayor parte de tu tiempo!
―responde Lucía, muy resuelta ella.
―¡Pues eso! ¡Lo que ha dicho!
―Yo, yo… ¡tengo una pregunta! ―interviene la entrevistadora yo-yo, ¡por fin ha aparecido―.
¿Te gustaría jugar de otra cosa?
―¡No!
―Ahora yo ―se suma otra―.
―¿Por qué, por qué, por qué, por qué? ―se adelanta nuestra entrevistadora yo-yo. Respira de nuevo y―: ¿Por qué, por qué?
―Porque estoy cómoda donde jugo.
―Ahhhh… jugo, donde jugo. Jijijí.
―Podía haber dicho zumo.
―¿Si te fichara otro equipo, te irías?
―¡No! Depende… A ver. Si fuera fuera de España, sí ―ya lo sé, podría haber dicho «si fuese fuera», pero esto es un directo.
―Si te pagaran un salario, ¿verdad? ―apunta Lucía.
―¿Si te pegaran, sí? ―interviene Zaira.
―Pagaran, pagaran. Dinero. Cobrar ―insiste Lledó, quien da dos sonoras palmadas para reafirmar sus palabras.
―¿Carla? ―interpelo a una nueva entrevistadora.
―¡Carla!
―¡Carla!
―¡Carla!
―Está viendo…
―Está viendo mis fotos ―aclara Zaira.
―¿Te gusta tu nombre? ―pregunta, por fin, nuestro 6.
―Pues no sé ―contesta Lledó dudosa.
―Habrá días que más y días que menos ―trato de ayudarla.
―Pues… ¡No porque es muy raro! Pero, di que sí. Pon que sí en la entrevista.
―Y barra baja a…
―¿Barra baja quiere preguntar?
―¡No!
―¿Te gustaría tener otras botas? ―se interesa María.
―¿Otras qué?
―¡¡Boootass!! ―contestan tres o cuatro a la vez.
―¡No! Me gustan mucho las que tengo.
―¿Por qué?
―Porque se ven.
―¿Porque se ven? Jijiji ―se ríe una de ellas.
De fondo se escucha a Carla, cantando, tarareando ―o como se llame a los gorjeos que está emitiendo― Story of my life (de One direction).
―Ja, ja, ja, ja… ―se ríe la mayoría del equipo.
―¡Pero qué pasa! ―pregunta Carla.
―¡Que te han grabado! ―le informan.
Luego de las risas, volvemos a las preguntas.
―¿Te gustaría practicar otro deporte?
―No.
―Pues…
―No.
―Pued…
―No.
―Per…
―¡¡Nooooooo!!
―Story of my life… ―sigue cantando Carla.
―Ai guif jer joup. Ai espend jer lof until sis brouke insaid.. ―corean las demás.
―Jajaja.
―Bueno, pues ya podemos seguir con la entrevista. ¿Cómo llegaste al fútbol?
―Pues porque, ¡mira! Me gustaba y le dije a mi padre: «Mira, papá, quiero jugar». Y él me dijo: «Si sacas buenas notas, pues juegas». Pues mira qué bien. Y ya está.
―Y ¿quién te animó a jugar?
―…
―¿Fuiste tú sola?
―Sí, yo. Yo, yo, yo.
―¿Dónde empezaste a jugar?
―En el Masamagrell.
―¿Era un equipo mixto?
―Sí.
―¿Y qué diferencias ves entre el fútbol mixto y el femenino?
―¡Son brutos! ―afirma una compañera.
―Pues que el mixto es un rollo porque es una caca. Y este puedes estar con todas charrando y mola más.
―¿Cuánto tiempo llevas jugando?
―Cuatro o cinco… No lo sé, por ahí.
―¿Cuatro o cinco días?
―¡¡No!! ¡Años!
―¡Ahhh!
―Jajajajajá. ¡Cuatro o cinco días! ―exclaman sus compañeras.
―Podría ser cuatro o cinco segundos.
―¿Qué es lo que más te gusta del fútbol?
―Pues porque…
―¿Qué…?
―¡Que mola!
―¿Qué es lo que te mola?
―Pues que puedes conocer a gente. Y puedes hacer: ¡toma, te fastidias, he ganado yo!
―Jajajajajá. ¡Claro, claro! ―se desmoronan sus compañeras.
―¿Qué es lo que menos te gusta del fútbol?
―Nada.
―¡Perder! ―le soplan.
―¡¡Perder!! ¡Eso, perder!
―Es que perder…
―Si no jugases en la banda, ¿dónde te gustaría jugar?
―De central.
―¿Qué es lo más difícil de tu puesto?
―Que tienes que subir y bajar. Subir y bajar. Subir y bajar.
―¿Qué valores te enseña el fútbol?
―El compañerismo. Que no hay que bajar las manos cuando te marcan un gol. Que se puede ganar en equipo. Y cosas así.
―Fuera del fútbol, ¿cuáles son tus intereses?
―…
―Fuera del ámbito deportivo.
―Yo, estudiar ―creo que dice Lucía.
―Pues viajar. Me gusta mucho viajar.
―¿Adónde has viajado?
―A Francia.
―¡Di algo en francés!
―¡No!
―¡Venga!
―Je m’apelle Lledó.
―¡Muy bien!
―Imagínate que… Bueno, ¿se lo preguntas tú, Leire…?
―Sí. Imagínate que soy un extraterrestre morado que acaba de descender de una nave espacial y la primera persona de este planeta que veo eres tú. ¿Qué me dirías, cómo te definirías, cómo te presentarías?
―Pues mira… Diría: Hola, soy Lledó.
―Jajajá.
―¡Hola, terrícola! Y haría un signo terrícola así, con amor.
―Extraterrícola sería.
―Pues eso. ¡Hola, me he caído de mi nave! O, donde esté. Y soy una persona muy guapa. De otro planeta… Y… No sé qué decir.
―El extraterrestre ya se ha cansado.
―¿Sí, ya se ha puesto a bostezar?
―Soy amable contigo, porque no te he matado aún.
―Jajajajajá.
―¿Cómo crees que te ven tus amigos?
―Amable, divertida y que cuando no están conmigo se aburren mucho.
―Jajajajá.
―¿Qué es lo que más te gusta de ti?
―…
―¡Tu pelo, tu nariz! ―tratan de ayudarle.
―Mi cara.
―¿Y cómo es, blanda o dura?
―Jajajajajá.
―No sé, ¡normal!
―¿Y lo que menos te gusta de ti?
―Pues… mi pelo. Es muy engorroso.
―¿En qué sentido? ―pregunta, muy interesado, un protocalvo.
―Cuando te haces el pelo, enseguida se te enreda. Y molesta mucho. Haces así y se te queda en la mano.
―¿Cuánto das de ti en los entrenamientos?
―Ehh…
―De verdad…
―Porcentaje…
―Puede ser.
―El ochenta y nueve coma nueve por ciento.
―¿Sí? ―pregunta una compañera―. Yo el cincuenta.
―¿Y en los partidos?
―Yo el cien ―afirma la compañera cincuentona.
―El cien por cien ―indica Lledó.
―¿De verdad?
―De verdad, de verdad.
―¿Cuando juegas al fútbol dónde crees que destacas más? ¿O qué crees que haces mejor?
―En defensa. Porque defiendo mucho.
―¿Qué piensas que debes mejorar para ser una jugadora más completa?
―Los regates.
―¿Así ayudarías más al equipo?
―Sí.
―¿Qué estás haciendo al respecto para mejorar?
―¿Ya estamos? ―se interesan, por atrás, sobre el viaje hasta Alicante―. ¡Pues vaya!
―Pues practicar en los entrenamientos a regatear.
―¿Y a quién le regateas mejor?
―A Zaira Gijón ―comenta la propia Zaira.
―A Neus, a la nueva.
―Es Nieves… Es mi compañera de clase ―aclara Leire.
―¿Cómo te ves en las diferentes facetas del juego? Te tienes que puntuar o valorar. ¿En el tiro, cómo te ves?
―Setenta y… No sé. Setenta y algo. Setenta y siete, por ejemplo.
―¿Conducción del balón?
―Ochenta y nueve por ciento.
―¿Regate?
―Cincuenta por ciento.
―¿Control?
―Sesen… ¡No, qué digo yo…! Ochenta y siete por ciento.
―¿Pase?
―Pues… No sé. Es que no me quedan más porcentajes. Pues… noventa y uno por ciento.
―¿Juego de cabeza?
―Pésimo ―intervienen sus compañeras.
―Sesenta y uno por ciento.
―¿Entradas, marcaje?
―Ochenta y siete por ciento.
―¿Eres tan precisa siempre en la vida?
―Noo… No sé, es por decir…
―¿Os habéis acoplado bien entre todas?
―¡Sí! Sí, sí.
―¿Qué te hace reír más en el día a día?
―Carla ―le chivan por atrás.
―¡Los chistes! ¡No, Carla, Carla!
―Y ¿qué te enfada más?
―No ganar. Me enfada mucho.
―Ja.
―Me cabreo y me digo: Tú por qué no has ganado.
―Jajajajá.
―Se pone chunga.
―¿Se pone chunga? ¿En qué sentido se pone chunga?
―En muchos…
―Jajajajá…
―Ahora te voy a hacer el Si fueras, serías ―le dice Leire―. Te tienes que convertir en lo que yo te pida, ¿vale?
Si fueras un color serías… Rojo.
Si fueras música o canción… Pues. ¿Puede ser cantante? ¡Pop!
Si fueras un invento… ¡Un aparato que te haga los deberes! (explosión de risas: ¡¡Muy bueno, muy bueno!!).
Si fueras un animal… Un leopardo.
Si fueras una planta… Una planta azul, que mola mucho.
Si fueras un plato de comida… La pizza.
Si fueras un juguete… Un balón.
Si fueras un juego… El adivina quién es o algo así. El Quién es quién. Ése.
Si fueras una película… Pues. ET, mi casa. Capitán América. Jopé… Di algo. ¿Una película? Una película. ¡La que más te ha gustado! ¡No se me ocurre ninguna! Ah, ‘Ahora me ves’.
Si fueras un dibujo animado… Candace. De Phineas y Ferb.
Si fueras una superheroína… Una que tenga supermemoria.
Si fueras un libro… ‘El diario de Greg’.
Si fueras un jugador o un portero… Kempes.
Si tuvieras un superpoder, qué superpoder elegirías… Poder regatear a todo el mundo y hacer chis chis.
-----------------------------------------------------Autor: Yago Gallach Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario